la sexualidad como derecho

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la frase “follar es un derecho” se me queda corta e imprecisa no porque no considere que es errónea, no lo es. la sexualidad, la calidad de vida sexual, la salud sexual, es un derecho, un anhelo y algo a lo que todas las personas independientemente de cómo seamos, sintamos, o follemos deberíamos aspirar.

mi problema con la frase viene de la palabra “follar” que lleva al imaginario colectivo a pensar en un coito penetración cishetero reproductivo, y debería ser mucho más.

me gusta expresarlo como que la sexualidad es un derecho, porque ahí podemos, y debemos, incluir todo. la sexualidad responde a cada persona de manera particular a las preguntas qué, quién y cómo. y como muchas cosas en la vida, la pregunta más importante de todas es cómo.

cómo expreso mi sexualidad, con qué cuerpo, con qué practicas, con qué deseos. con quién, de qué manera. si puedo tocar mi cuerpo, cómo puedo tocarlo, o cómo me gustaría tocarlo. la capacidad de poder experimentar y poder dejarme llevar por las sensaciones que mi cuerpo me ofrece. el hecho de simplemente poder reflexionar sobre estas tres preguntas es una acción que a muchas personas les es dado, y a otras se niega.

(y aunque el tema principal ahora está centrado en las personas discas, por todo el revuelo generado por los goya, a mi me gustaría mencionar que esto también pasa (además de personas privadas de su libertad) con las personas psiquiatrizadas y en situación de encierro psiquiátrico. poco se habla del impacto de unas medicaciones que no solo modulan y cambian a su voluntad tu cuerpo a diferentes medidas, sino cómo afecta eso a tu sexualidad (y no solo por perder el líbido que va implícito en algunas medicaciones como antidepresivos o neurolépticos), cómo follas con un cuerpo enfermo, triste, ansioso, etc).

es muy atrevido, aunque creo que la palabra es cruel, que como personas capaces y sanas, sentenciemos rotundamente que hay personas que no deberían tener el derecho a acceder a sus cuerpos y a su sexualidad de la manera que ellas quieran. porque lo que subyace a esas expresiones y esas reflexiones es pura violencia de “haber nacido normal”.

otra cosa que quiero dejar escrita es que no voy a hablar de absolutamente todos los temas de actualidad que derepente peten en las redes sociales, sobre todo, si son temas de los que ya se ha hablado con anterioridad y de los cuales mis aportaciones no van a ser nada novedoso, ni que no se haya dicho antes de manera mucho más profunda de la que pueda aportar yo. y lo que no voy a hacer es regurgitar cosas que han dicho otras personas que admiro y sigo sin mencionarlas como hace mucha gente, prefiero deciros que os vayáis al origen. no me cansaré de repetirlo:
leed a leonor silvestri.

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