el peritaje del odio

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una de las perlas de la entrevista realizada por sindy takanashi a irene montero sobre la ley trans, es la exigencia de esta de un peritaje sobre la identidad de las personas trans. ella, de una manera muy insidiosa y muy cruel, decía que un peritaje ayudaría a proteger a las mujeres (porque en el imaginario de takanashi como en el de muchas otras, a los hombres trans ni se les ve ni se le espera) y además aseguraría que ese peritaje ayudaría a que las “personas confundidas” no acaben “cambiándose de género” cuando en realidad tienen un diagnóstico de autismo o problemas relacionados con la salud mental (el cuerdismo de nuestra amiga takanashi da para otro post).

somos muchas las que hemos pensado en lo crueles que son las palabras de takanashi, particularmente me gusta mucho este hilo de una psicóloga forense que de una manera muy articulada explica cómo pretende que se haga un peritaje sobre algo que solo las personas de manera individual y subjetiva podemos saber.

lo que plantea takanashi entre otras cosas, es volver al test de la vida real, aquel que se realizaba a las personas trans en utigs (unidades de trastornos de identidad de género) y otros sitios igualmente crueles, y disciplinarios del sistema cisheterosexual, para confirmar que efectivamente la persona trans que tenían en frente eran una mujer de verdad, o un hombre de verdad. Un test que ha sido criticado y finalmente apartado porque al final estaba basado en mandatos y en roles de género estereotipados que ni si quiera las personas cis cumplimos al 100%.

pero, cuando yo escuchaba a takanashi, su exigencia del peritaje y general todo el discurso basado en que “el fraude de ley va a afectar a mujeres y niñas” lo que más me preocupa, y lo que más me enfada a la vez, es que esa exigencia del peritaje está solo basado en el puro odio y la pura transfobia, y que esa preocupación tan grande que tiene takanashi no se aplica a otras muchas decisiones vitales que llevan a cabo las personas que si tienen consecuencias directas sobre otras personas.

me gustaría preguntarle a takanashi porqué defiende un peritaje para asegurar la identidad de las personas trans, y así salvaguardar el buen funcionamiento decente de la sociedad cishetero y no se ha planteado nunca la necesidad de un peritaje para aquellas personas que quieran maternar, cuando las consecuencias sí que recaen en criaturas que son vulnerables y dependientes, durante al menos 16 años, de las personas que las han engendrado, o de las personas que se hagan cargo de ellas (dentro de un sistema fallido y cruel como es el sistema de atención a infancias y adolescencias) cuando sus progenitoras no pueden.

que curioso que sobre la maternidad real biológica y deseada no hacen falta peritajes, porque es lo que dios manda, qué curioso que las exigencias de peritajes de takanashi (y de muchas otras) tienen que ver siempre con lo otro, peritajes para personas trans, cuestionamiento de las realidades disidentes, de los cuerpos gordos, de las vivencias psiquiatrizadas. peritajes para las desviadas y trastocadas, la gente de bien como ha dicho algún político de este nuestro estado español, no necesita peritajes para hacer lo que se espera de ellas, aunque luego tengamos a adolescencias, infancias y juventudes sufriendo las consecuencias de unas maternidades que han sido “porque es lo que toca”. ¿esas mujeres y esas niñas importan menos?

qué curioso, takanashi, que la exigencia y la preocupación sea solo para las personas trans. cómo me gustaría que tu, y la gente de tu bando, os quitáseis la careta y dejáseis de mentir ya. no os preocupan las infancias y las mujeres y los derechos, sino que os mueve un odio y una creencia aférrima de que las personas trans van a trastocar algo de vuestro mundo que pensáis que debería ser inmovible.

otra perla de takanashi fue increpar a montero hablando de las personas trans que destransicionan, de aquellas que se arrepienten. como si la vida de todas las personas (cis o trans) no estuviera llena de momentos, decisiones, relaciones y vivencias de las que te arrepientes, que te gustaría que no hubiesen pasado, que te gustaría haber hecho de otra manera.

siempre hay espacio para el arrepentimiento y para el libre albedrío en su máxima exponencia neoliberal mientras hagas lo que se espera de ti. mientras no trastoques los cimientos de la decencia de la sociedad cishetero, blanca, capaz y cuerda.

yo solo espero que la historia recuerde, y nunca os perdone.

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